'Gracias, Lo He Pasado Muy Bien', Y Otras 19 Necrológicas Curiosas Con Las Que Despedirse
Una necrológica, en ocasiones asimismo llamado aviso fúnebre aviso mortuorio, es una nota recuadrada en negro que publicada en un medio afichada en un lugar público, da nueva del fallecimiento de una persona. En efecto, un aviso lúgubre se da a difusión el día del fallecimiento de la persona y/ en los dos días que le siguen (prácticamente siempre y en toda circunstancia antes del entierro), y nunca lleva foto; además, el propio texto de ese aviso se realiza por la parte de familiares y allegados, a posterioridad del fallecimiento a lo sumo cuando exactamente el mismo se cree inminente.
Es posible que el convocado periódico considerase censurable el término torturada en la cabecera necrológica, pues en el mes de enero de 2008 ese mismo diario publicó un obituario del comisario Ballesteros en el que solo se glosaba al mencionado como experto antiterrorista y partícipe en la conversaciones de Argel, sin hacer referencia alguna a lo que César Llorca Tello y dieciocho firmas más puntualizaron días después en una carta al director.
Una alternativa pragmática es ir escribiendo obituarios de la gente todavía con vida y aunque parezca un contrasentido en el fondo no lo es. Sería una forma de meternos realmente en situación de lo que supondría la pérdida de esa persona, un ejercicio mental que deberíamos practicar pero a menudo con aquellos que nos rodean para de esta manera valorarlos como se merecen, puesto que se corre uno el riesgo de llegar tarde al tren que parte con el obituario repleto de oropeles, pero ya sin retorno.
El sábado 4 de abril, a los noventa y dos años, fallecía en Madrid, Agustín Redondela,”uno de los grandes paisajistas de nuestro siglo”, aseguraba Pepe Hierro, en 1979; un pintor representativo de la pintura española de la segunda mitad del siglo veinte. A. G. A., Redondela”, la capital de España 22 de octubre de mil novecientos veintidos, era hijo del escenógrafo José González Gordito, conocido como Redondela”, pseudónimo que heredará su hijo.
Yo asimismo hubiera querido escribir las necrológicas de mis amigos escritores fallecidos en estos últimos treinta años: la de Manuel Pinillos, para contar su historia amorosa con Margarita, la de J. A. Rey del Corral, que glosaría su compromiso apasionado con los más enclenques, y la de Guillermo Gúdel, a quien parecía que toda la tristeza del mundo se le hubiese detenido en la cara.
En las esquelas judías se incluye una Estrella de D. negra en la parte superior y la abreviatura Z.L (Zijronó Liberajá) bajo el nombre del fallecido. Asimismo acostumbran a utilizase frases indicando un motivo por el que se conocía al fallecido. Este texto se escribe en un tamaño de letra menor que el nombre del fallecido, y por norma general en cursiva. En español generalmente se comprende necrológica como el término más general que abarca a todos los demás. He tomado las necrológicas publicadas el sábado 30 de enero y los domingos treinta y uno de enero y siete, catorce y 21 de febrero.
Incluye contenidos de la compañía citada, del medio Diario El Correo, S.A.U y, en su caso, de otras empresas del grupo de la compañía de terceros. Según informa la pagina web Nexofin, un periódico argentino publicó 2 necrológicas de Guillermo Reyes. José L. Casaus nació en 1952 en el pequeño ayuntamiento de El Buste , a medio paseo entre Borja y Tarazona. Elena Lupiáñez protagoniza cada año un pequeño espacio en la sección de necrológicas del periódico El País, ella formó parte del grupo fundador de este periódico. Todo empezó en el Líbano, ambos se encontraban por asuntos profesionales y coincidieron un día en el que ella no le prestó mucha atención.
https://www.youtube.com/watch?v=j5wMGMJif4U
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