El día de hoy, Día de Todos y cada uno de los Fallecidos, dedico esta entrada a las necrológicas, una fuente de información genealógica más. Siempre y cuando encontremos la esquela que estamos buscando, una genuina fotografía fija de la familia en el momento del fallecimiento de uno de sus miembros, esta nos dará información muy concreta sobre el finado (edad, profesión, formación…) y sobre sus familiares, vivos ya fallecidos; datos que, al fin y al postre, nos dejarán seguir nuestra investigación genealógica.
Puede que el citado periódico considerase censurable el término torturada en la cabecera necrológica, pues en enero de dos mil ocho ese diario publicó un obituario del comisario Ballesteros en el que solo se glosaba al mencionado como especialista antiterrorista y partícipe en la conversaciones de Argel, sin hacer referencia alguna a lo que César Llorca Tello y dieciocho firmas más apostillaron días después en una carta al director.
Algunos cementerios, como los de la villa de Madrid, tienen su registro informatizado por lo que si nos dirigimos a la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de la capital de España van a poder decirnos exactamente en qué fecha y exactamente en qué cementerio se sepultó tal cual persona y, con esa información, podremos dirigirnos al Registro Civil pertinente con una fecha casi exacta.
El sábado 4 de abril, a los noventa y dos años, fallecía en la capital española, Agustín Redondela,”uno de los grandes paisajistas de nuestro siglo”, aseguraba Pepe Hierro, en 1979; un pintor representativo de la pintura de España de la segunda mitad del siglo XX. Agustín González Alonso, Redondela”, la villa de Madrid 22 de octubre de mil novecientos veintidos, era hijo del escenógrafo J. González Gordo, conocido como Redondela”, pseudónimo que heredará su hijo.
Debo la idea de esta entrada a unos amigos, coleccionista de necrológicas ella, quienes compartieron en Facebook en menos de 24 horas las 2 esquelas que acompañan a estas líneas. Es un servicio gratuito de creación y publicación de esquelas con el propósito de informar a los seres queridos del fallecimiento, lugar donde va a ser sepultado, entierro, etcétera Las esquelas son una mamarrachada, mas seguro que le harían reír”, ironiza Casaus.
En las necrológicas judías se incluye una Estrella de D. negra en la parte superior y la abreviatura Z.L (Zijronó Liberajá) bajo el nombre del fallecido. También suelen utilizase frases indicando un motivo por el que se conocía al finado. Este texto se escribe en un tamaño de letra menor que el nombre del fallecido, y normalmente en cursiva. En castellano en general se comprende esquela como el concepto más general que engloba a todos los otros. He tomado las esquelas publicadas el sábado 30 de enero y cada domingo 31 de enero y siete, 14 y 21 de febrero.
https://www.youtube.com/watch?v=j5wMGMJif4U
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